A COMER A VILLABLINO

Pues después de bastante tiempo sin salir en moto juntos. Por que solos cada uno por su lado, si que salimos bastante, pero las fechas no siempre coinciden bien y por eso no pudimos salir por lo menos en 5 meses.

Pero por fin pudimos ponernos de acuerdo en una fecha para quedar y salir.

Las motos ya ni se conocían. Bueno que decidimos como casi siempre el día antes que iríamos a comer a villablino y así se hizo. Pero no sin antes hacer una ruta de esas que a nosotros tanto nos gustan.

Salimos de Oviedo a eso de las 10:00 puntuales como si fuéramos británicos.

Tiramos en dirección a Cangas del Narcea  primero por la autovía de Oviedo hasta pasar Grado. Luego nacional para pasar por Cangas a eso de las 11:30 con la intención de parar a tomar un café pero todo cerrado, ni un alma. Que muerto está todo a esas horas y en invierno. Seguimos ruta esta vez en lugar de tirar directamente en dirección a el puerto de Leitariegos, no iríamos por la carretera que nos conduce hacia Degaña y Cerrado, localidades mineras muy importantes en un pasado no muy lejano, pero que ahora al igual que el carbón están en pleno retroceso. Pero antes de llegar a este punto pudimos comprobar la magnificencia del nuevo túnel del Rañadoiro. La verdad que la obra que hicieron con el túnel está muy bien pero ya podrían haber aprovechado a repara también un poco la carretera, que no es que esté mal pero unos retoques no le venían mal.

Después de pasar por Degaña y Cerrado, de donde guardo algún que otro recuerdo, pues mi madre era de Tablado, justo entre ambos pueblos. Total que llegamos a la collada de Cerrado, puerto de montaña que no tiene ni cartel pero creo recordar que está a unos 1100 o 1200 m de altura. Paramos para sacar unas fotos y joder que helada había. Estaba blanco como si acabara de caer una nevada. No paramos mucho pues el frío hacía bien su trabajo.

Salimos para llegar en media hora a Caboalles donde hay un cruce que se puede tirar hacia Leitariegos o hacia Villablino. Como la intención era ir hasta la estación de esquí, hacia allí nos dirigimos. Cuando llegamos y conseguimos aparcar nuestras preciosidades, entramos en una cafetería pa tomar un caldín y descansar un poco. Las fotos de rigor y con la misma pa Villablino que se iba acercando la hora de comer.

Llegamos a Villablino a eso de las 13:00, la cuenta pa tomar un vinin y a continuación a comer.

Muy bien atendidos y muy cómodos, sentados justo enfrente de la magnífica parrilla que junto con el horno de leña presiden un comedor que aunque no muy grande si es amplio y las mesas se encuentran bien distribuidas, sin estar muy cerca unas de otras.

Aquel calor y la camarera fueron alicientes suficientes para animarnos a pedir un poco de pulpo a la plancha (delicioso) y como no en un sitio de estos es casi obligado pedir

Paletilla de lechazo al horno de leña y más cuando a Carlos es su comida, yo diría que preferida, pues siempre que salimos y lo hay es lo que pide.

Bueno que además de eso comimos unos buenos postres y quedamos como Dios manda.

Como cafés y un chupo pa mi claro(pa quien va a ser) nos dirigimos hacia nuestras acompañantes, siempre tan tranquilas, esperan lo que haga falta y no protestan, que otras……………

Bien con la misma salimos de Villablino en dirección a la Magdalena cuando llegamos a la magdalena y como no sabiamos exactamente pa donde tirar, va Carlos y me pregunta a mí. Que cosas tien esti chabal. No sabe que siempre lo acabo liando?

Pa donde?

Pa Barrios de Luna y así fue pero que a mitad de camín nos desviamos y llegamos auna carretera que taba cortada por hidroeléctrica del cantábrico. Bueno aprobechamos pa sacar más fotos y de nuevo en ruta para llegar a Barrios de Luna bordeando el famoso pantano de Barrios, justo por la parte contraria lo bordea la autovía del Güerna.

Pero nosotros todavía tendríamos que complicarnos la vida un poco pasando el puerto de Aralla, que nos llevaría hasta Pola de Gordón. Allí cogeríamos la carretera que nos llevaría de vuelta a Asturias pasando por el puerto Pajares. Aunque hasta Pola de Gordón no amenazó lluvia pero ni una gota.

Llegamos hasta Oviedo pasando por la Gasolinera para repostar y desde allí a tomar algo que había que recuperar. Y como no, en el lúpulo, escenario como Casio siempre de nuestras celebraciones y despedidas.

Otro día muy completo y de ruta para seguir aumentando nuestro currículo de rutas y kilometraje.